La Torre que se coló en la Acuarela
Llevaba días mirándola con más detenimiento del habitual. Desde que llegué a Barcelona me sorprendió su descaro, erigiéndose por encima de toda la ciudad: La Torre de Collserola vigilando desde el techo de la ciudad.
Sin saberlo, tenía motivos para pensar de esa manera, dado que en Zaragoza tenía una acuarela que pintó mi padre allá por 1968, aún estudiante de Arquitectura, de lo que parece ser la Sierra de Collserola contemplada desde alguna azotea del barrio del Eixample (le llamaría para corroborar el dato, pero me temo que la llamada es de muy larga distancia). Evidentemente, la famosa torre de Norman Foster no aparecía.
Hoy en día, el despacho donde trabajo está en la esquina noroeste del edificio de la empresa. Planta superior, y con paredes acristaladas que me enfrentan exactamente al paisaje antes indicado y por tanto a la torre, siempre allí a lo lejos, allí en lo alto. Conocen el dato mis queridas recepcionistas de la empresa, lectoras de este blog, según he conocido con perplejidad.
Aprovechando el aire despejado por la lluvia de un par de días antes, decidí el viernes subir a Collserola para hacer unas fotografías, antes de enderezar el volante rumbo a Zaragoza. Con la suerte de ser el único de la ciudad que parecía haber tenido dicha idea, compré un ticket para subir al mirador.
Abajo no sólo se quedaba el coche. Miles de historias grandes y pequeñas, personas, casas e incluso la cobertura del teléfono móvil. Todo quedaba bajo los pies de la torre. A cualquier sitio de la ciudad podías viajar con la ayuda de la imaginación y de los prismáticos.
Al cabo del rato, con los pies en la tierra (figurada y literalmente), la regresada cobertura del móvil me regalaba mensajes de contestador con temas de trabajo. Mientras encendía el coche y transfería el sonido del teléfono al manos libres del coche giré la cabeza y la miré. Quizá no dentro de mucho tiempo volvamos a vernos de cerca.
1 Comments:
Le estas sacando mucho partido a la camara...te han quedado muy bien las fotos.
Me gusta mucho este post...
Un beso..
(La ausencia acompaña a dar un paseo por los pasillos de los recuerdos, te toma de la mano y te explica como algunas personas siguen estando tan presentes en nuestros corazones…)
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