Caballo de Hierro, Nube de Tela
Si me quedan pocos días en Barcelona, no podía dejar pasar la oportunidad. Subir, una vez más, a un tren que otrora me llevaba de ida y regreso a Sitges tras trabajar, o bien en esta ocasión para disfrutar en Tarragona de una comida con amigos.
Balancear la mirada desde la novela en el regazo hasta esas calas, más allá de Sitges, que parecen ser sólo jurisdicción del mismísimo Neptuno; combinar conversaciones a uno y otro lado de la mesa sobre un mantel de tel... Allí sobre la vías del tren, allá sobre la mesa de un restaurante.
Allí a ras de mar, allá volando entre las nubes de la camaradería.
Balancear la mirada desde la novela en el regazo hasta esas calas, más allá de Sitges, que parecen ser sólo jurisdicción del mismísimo Neptuno; combinar conversaciones a uno y otro lado de la mesa sobre un mantel de tel... Allí sobre la vías del tren, allá sobre la mesa de un restaurante.
Allí a ras de mar, allá volando entre las nubes de la camaradería.
2 Comments:
Lo mejor de los buenos momentos es el recuerdo que te queda.
Echaras de menos, por ejemplo, el atardecer en esas calas, pero quizá ese recuerdo te sirva para admirar más aún esas escenas.
Hay un refrán que dice algo asi como: no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes (o algo asi, soy muy mala para los refranes)
Besos
Marqueta!! Te veo potente!!
Espero que te vaya todo bien...las calas de Sitges seguirán allí para cuando quieras volver...
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