Cuenta Atrás

La cabeza como una caldera llena de agua a cien. No por el calor en Zaragoza donde el cierzo no-vienta en la noche tan cerrada, Y tras pasos caminados se tienta al gaznate con una cristal lleno de hielo en un espacio abierto donde se sienta la gente.

Imagina uno, sin cuenta, las sensaciones gélidas del combinado de ginebra y tónica, rey y sota de la baraja de la barra, cantando cuarenta. Repentinamente, recuerdo que cumplo treinta dentro de veinte. Mejor desterrar preocupaciones sobre guarismos. La noche merecerá un diez.

Y mis preocupaciones, por fin, puestas a cero. Como el final de la cuenta atrás escondida en las líneas anteriores.